Enamorarse, qué definición le podríamos dar a esta palabra en una sociedad donde se cree q amar es dar un beso o tener sexo; pues bien, enamorarse es ante todo algo trascendental que no ve credo, raza social, cultura, estrato social o condición humana y que a todos en determinado momento de la vida nos sucede una o dos veces o quizás más. Dependiendo la madurez y la experiencia de vida de cada individuo existen variedad de definiciones, mitos, historias e interrogantes, pero cuál es la realidad, se dice que enamorarse es sentir el amor, aficionarse a algo o a alguien o vivir el amor simplemente, sin embargo qué es el amor, amar no es decir simplemente un te quiero o tener sexo con tu género opuesto, como decía Aristóteles: “ amar es alegrarse, pero también es sorprenderse y quedar atónito ante un clic que se produce con alguien que no estaba en tus planes." Amar es vivir más y mejor si afrontamos esto con madurez y aprendemos a manejar lo que sentimos. Nos dicen que "el amor lo puede todo", haríamos bien en no creerlo, cuando convertimos nuestra relación de pareja en una veladora de milagros y sueños a veces inexplicables y otras absurdos, terminamos pidiendo demasiado e interviniendo muy poco en nuestro destino y es ahí donde chocamos pues queremos traspasar los límites sociales por ser felices, felices sintiendo el “amor” infortunadamente éste trae consigo batallas que a veces son un tanto difíciles de superar, como por ejemplo, el pedir q esa persona sea santa, sea perfecta o simplemente pretender q ella vuele a nuestra manera, algo imposible q vulnera el amor y al individuo como tal.
¿Será alguien capaz de preferir un desarrollo sentimental a un desarrollo personal hasta olvidar sus propósitos. Hasta dónde llegan los sentimientos y somos capaces de manejarlos? Dicen que se debe amar hasta llegar al punto de descubrir que sentir dicho sentimiento duele o simplemente que lo que somos, hacemos (nuestra cotidianidad), deseamos y hasta nuestra esencia se ve modificado, el amor nos vuelve de cierto modo insensatos obcecados donde dejamos de vivir por nosotros mismos y así intentar vivir por otra persona o hacerlo como ella así no sea de nuestra realidad. Es absurdo que alguien por “amor” sea capaz hasta de hacer daño a una sociedad y hasta sacrificar su vida. Se debe aprender a manejar los sentimientos ya que hay situaciones que son abrumadoras donde debemos distinguir qué es lo que realmente queremos para nosotros, qué sentimos y qué nos satisface y no permitir que ese momento mágico se pierda.
Mantenernos sosegados y buscar un instante de sensatez nos ayudará a que ese bonito sentimiento no se lastime ante cualquier circunstancia pues el amor es una retroalimentación donde se aprende y se enseña a caminar por el lapso de tiempo llamado vida, es aprender a disfrutar un instante de ese estado que todos queremos mantener, felicidad; es traspasar un único límite, el de ser incondicional, y ante todo es darse una única oportunidad la de aprenderse a conocer y no tanto entenderse sino aceptarse; es ser auténtico y no temer perder nada ni nadie, es saber extrañar a esa persona cuando se encuentra ausente; es ser uno sin olvidarse que existen dos.
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